La ley de hielo mas larga...



Aquí les traigo una pequeña historia, que es muy curiosa, sobre todo por lo increíblemente lejos que puede llegar un rencor estùpido.



Una plàcida tarde de junio de 1842, los esposos Regnier platicaban amablemente con sus invitados en una reunión, cuando de pronto, el señor Regnier se levanto de su asiento y se dirigió a su esposa diciéndole: -Mujer, en toda la tarde no has parado de decir màs que tonterías-.

La señora Regnier, al escuchar lo que le dijo su esposo, se levanto de su asiento y abandono la habitación.

Cinco días después del incidente, el señor Regnier le pidió disculpas a su esposa por lo sucedido; ella solo asintió con la cabeza.

Pasaron los días, los meses y los años, y la señora Regnier se negaba a emitir palabra alguna. De hecho nunca jamás volvió a salir ninguna palabra de su boca en los 30 años que le restaron la vida.



Ese si es rencor y no niñerías... lastima que el rencor la llevo a vivir los últimos días de su vida amargada.

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